Fidel Castro y la Fuerza del Si No (“Fidel estará siempre con nosotros” - Hugo Chávez)  

viernes, 11 de diciembre de 2009

Todos recordamos la obra de Ángel María de Saavedra y Ramírez de Baquedano (el Duque de Rivas), “Don Álvaro y la Fuerza del Sino”. Este clásico del romanticismo español, es la historia de un indiano noble (Don Álvaro) que tiene un romance con una aristócrata (Leonor) a causa de lo cual surge la esperada confrontación con el padre de la misma (el Marqués de Calatrava) Finalmente los amantes deciden huir, hecho que desencadena una serie de incidentes en el que accidentalmente, muere al padre de Leonor. Esta se refugia en un convento, él huye a otro país donde casualmente hace amistad (sin saberlo) con el hermano de su amada. Al enterarse de sus identidades, surge el ineludible duelo, en el que muere el hermano de Leonor. Don Álvaro (casualmente, claro) se refugia en el mismo convento donde se encuentra Leonor y donde él se convierte en fraile. Pero la historia no acaba aquí, Don Álvaro es descubierto por el último hermano de Leonor, quien lo reta a un duelo donde muere a manos de Don Álvaro, no sin antes matar a Leonor. ¡Y a eso llaman romanticismo!

¿Cuándo morirá el Castrismo?

Contrario a Don Álvaro, el sino, parece haber favorecido a Castro extendiendo en más de una ocasión su vida y la del sistema que él dirige. (Aunque sea Raúl para efectos aparenciales)

Más de seiscientos intentos de asesinato por la agencia de inteligencia central norteamericana, según reporta Gramma (cuan creíble es este número es bastante debatible, no por la cantidad si no por la fuente). Fidel Castro sigue ahí. Después de la caída del imperio soviético, la caída de Castro parecía inminente. Sí, pero Castro No cayó. Con el derribo de las avionetas de los hermanos al rescate y la posterior reacción del gobierno norteamericano con la ley Helms- Burton, surgieron de nuevo las predicciones de la muerte del castrismo (¿Recuerdan el "bye bye Fidel" de Jesse Helms?) Ahora SI se cae Castro. Pero No, no ocurrió. Con la llegada al poder de George W. Bush en el 2000, y el endurecimiento (en algunos aspectos) del embargo, otra vez lo predictores del fin del castrismo, pusieron una fecha cercana a tal acontecimiento. Sin duda lo que hacía falta era un presidente firme y comprometido con la libertad de Cuba. SI, sin duda, Castro y su sistema caerían ahora.

Gran error, (ó wishfull thinking) a pesar de todas las circunstancias a nivel mundial y los pesares de una economía comunista, el castrismo sigue con vida.

¿Es que hay alguna misteriosa fuerza del destino que con la misma fatalidad que impedía la felicidad de Don Álvaro mantiene a flote este sistema que a todas luces no funciona? Pareciera que cualquier observador externo debe llegar de manera lógica a esta conclusión. Nada más lejos de la verdad. La explicación no se encuentra en los inescrutables senderos, ocultos a los seres humanos y que algunos llaman destino. Es más sencilla que la hermenéutica necesaria para descifrar las cuadrillas de Michel de Nôtre-Dame o los escritos del apóstol Juan en la isla de Patmos. El Castrismo ha sobrevivido por la inflexible naturaleza represiva del sistema. ¿Cómo es posible que un pueblo, que supuestamente esta tan atropellado no se rebele? ¿Porque alguien no mata a Fidel? ¿No nos dice la historia que allá donde hay represión hay mas lucha? Eso depende. Depende en buena medida de los medios y características del represor. Dentro del sistema comunista cubano, la realidad es que las posibilidades de que una persona que solamente se manifiesta en contra del mismo, logre algún resultado son prácticamente infinitidecimales. Disentir del régimen conlleva un “real and present danger”. Pregúntenle a Yoany. La conocido bloguera cubana que mediante el uso del internet entreabre las herméticas puertas del castrismo dejándonos atisbar la realidad cubana, conoce un poco lo que es la represión.

En noviembre de este año, Yoany fue interceptada, montada en un vehículo donde fue golpeada y amenazada. Esta no es la primera vez, y no será la última. ¿Por qué no hay más Yoanys? ¿Es que es la única mujer valiente? No, es que el caso de Yoany es especial. Yoany, desilusionada de su carrera y del sistema cubano, emigró de Cuba alrededor del año 2000. En Suiza, Yoany descubrió una nueva pasión profesional que cambiaría su vida. Después de unos años en los que ser relacionó con otros disidentes cubanos, Yoany decide regresar a Cuba, aduciendo motivos familiares. Yoany, contrario a los “cubanos de a pie” (aquellos que no forman parte del sistema) no es una desconocida fuera del mundillo cubano comunista. Gracias a eso, Yoany aun está con vida. De tratarse de una simple y desconocida disidente cubana, en el mejor de los casos, gozaría de una estadía en una de las cárceles políticas del país. Extraña igualdad del sistema. El de afuera ó el que viene de afuera invariablemente tiene unas ventajas sobre el “cubano de a pie”

Algunos atribuyen la sobrevivencia de Fidel a la santería cubana. Ese sincretismo al estilo afro-caribeño del catolicismo con las prácticas yorubas. Después de todo, está documentado el viaje de Castro a Nigeria, dicen que ha hacerse santo (tarea harto difícil para un personaje con este pedigrí).

Debido a los crímenes, injusticias, grandes errores y poderosos enemigos que ha gestado Castro a través de su vida, otros suscriben la teoría del sino, ese guía que nos lleva por el camino que se presenta delante de nosotros y que independientemente de nuestras elecciones, nos llevará a donde quiera él. Un destino que le ha garantizado la sobrevivencia a un sistema y a Fidel que con sus 48 años (asumiendo que efectivamente le pasó el poder a Raúl) en el poder, el convertirse en el decano de los dictadores del planeta.

Independientemente de la razón, hay una realidad. Existe un destino compartido, general, inexorable e igualitario para a todos los seres humanos. A ese destino final, esa ineludible fecha de encuentro con el creador, no hay quien escape. Ni siquiera Fidel.

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